La temporada de calor llegó y que mejor manera de llevarlo que con un vestido de verano. Adiós botas, abrigos, suéteres de tejido grueso y colores sobrios, es hora de decir hola a los flats, sandalias, gladiadoras, telas vaporosas, encajes y al denim en todas sus presentaciones, y todo combina a la perfección con los siempre femeninos vestidos.